En Casabó Interiorismo nos apasiona crear espacios que no solo enamoran a primera vista, sino que también funcionan a la perfección en el día a día. Hoy os presentamos una de nuestras cocinas, un proyecto que aúna el encanto atemporal del estilo clásico con la funcionalidad y líneas limpias de la estética contemporánea.
La cocina, abierta al salón-comedor, se convierte en el corazón de la casa, integrándose con naturalidad en el conjunto y potenciando la sensación de amplitud y luz. Aquí, cada detalle ha sido cuidadosamente elegido para lograr ese equilibrio tan buscado entre tradición y modernidad.
Las puertas enmarcadas en blanco mate, combinadas con pomos vintage en acabado plata envejecido, aportan ese toque clásico que nunca pasa de moda. Esta estética se ve reforzada por los costados regruesados con moldura enmarcada, que elevan la calidad visual y la coherencia de todo el conjunto.
Un elemento que suma ligereza visual y carácter son los muebles altos con vitrinas de palillería, ideales para exponer vajillas o piezas especiales. En la parte inferior, una iluminación LED discreta y eficaz recorre todo el frontal, aportando funcionalidad sin romper la armonía estética.
El fregadero de porcelana blanca tipo farmhouse encaja perfectamente en el diseño, acompañado por un grifo de líneas limpias que equilibra lo clásico con lo moderno. En cuanto a los electrodomésticos, todo se ha integrado cuidadosamente para mantener una imagen fluida: lavadora, lavavajillas y campana permanecen ocultos, mientras que el horno de doble cavidad Samsung en acabado acero inoxidable y negro cristal se convierte en un punto focal por su elegancia y practicidad.
Para el cocinado, la cocina cuenta con una placa de inducción de 80 cm con zona flexiinducción, que permite utilizar diferentes tipos y tamaños de recipientes. Justo al lado, un mueble con herraje botellero extraíble facilita tener a mano aceites y condimentos, aportando eficiencia en el día a día.
Los cajones con freno y el inteligente aprovechamiento del espacio aseguran una experiencia cómoda y fluida, incluso en las tareas más cotidianas. Todo ello coronado por una encimera porcelánica de Sapienstone en acabado imitación madera, regruesada a 4 cm, que consigue el efecto visual cálido de la madera natural pero con la durabilidad, resistencia y fácil mantenimiento del porcelánico.
El resultado es una cocina que respira elegancia y funcionalidad, donde cada elección —desde la paleta de colores hasta los materiales y la iluminación— ha sido pensada para disfrutar del espacio con estilo, calidez y comodidad.