En Santander, se nos planteó la transformación de una cocina. Nos encontramos con una cocina alargada y de más de 25 años. Necesitaba un cambio de imagen, y se lo dimos!
Fuera esos muebles que ya pedían a gritos un cambio.
En la entrada de la cocina situamos las columnas, tanto la de frío con su frigorífico y un módulo encima, como la de hornos, con horno y microondas. Esta nos permitió tener mucho espacio libre en los muebles bajos. Y la altura del horno y microondas nos ayuda en la ergonomía, nos quedan a una altura cómoda para trabajar.
Se mantuvo el espacio del fregadero, donde se encontraban las tuberías y desagües, sobre el fregadero, apostamos por un mueble con escurreplatos. El único mueble alto que decidimos poner, para que la cocina no pareciera un túnel, y como era para una pareja, los demás muebles tenían la capacidad suficiente para mantener todo lo necesario.
La zona de fuegos la desplazamos unos centímetros porqué su posición casi central nos parecía adecuada, además de separarla más de la zona de aguas y obtener una superficie de trabajo en medio de dimensiones muy apetecibles. Bajo el mueble placa unos cajones y caceroleros ideales para los cubiertos y cacerolas, junto a otro mueble al lado de las mismas características, todo un lujo!
El mobiliario está formado por módulos bajos de 70 cms de alto y únicamente un módulo alto, con escurreplatos de 90 cms de alto. Todos de tablero de 16 mm canteados con cola PUR. Las bisagras son con freno, y así evitamos los golpes de puertas y respiran los clientes tranquilos, y los cajones llevan herrajes también con amortiguación, ideales para cualquier cocina y nuestra primera recomendación siempre.
Las puertas y frentes de cajón son de Maxxigloss en color blanco, un material con acabado brillante, sin alteración del color y resistente al rayado. Con tirador ancho, moderno y con presencia.
Qué te ha parecido el cambio?
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